Las plantas nos han acompañado desde las primeras civilizaciones hasta la actualidad, por lo que no es de extrañar que nos hayan acompañado también en la evolución artística. Como el resto de las especies, las plantas también han experimentado modificaciones y adaptaciones a lo largo de su existencia. A día de hoy, no se conoce exactamente cuándo y dónde evolucionaron muchas de las frutas, verduras y cereales que comemos y utilizamos actualmente. Para intentar conocer esto, los biólogos se han fijado en las pinturas para intentar rastrear la evolución de las plantas.
Las primeras muestras de arte documentadas son las pinturas prehistóricas o rupestres, que muestran principalmente animales y símbolos, representando escenas de caza sobre todo. En esta etapa la representación de las plantas es bastante escasa.
Las plantas empiezan a cobrar mucha más importancia en el Arte Antiguo. En Egipto la mayor fuente de información sobre plantas, árboles y flores son las pinturas en los muros y demás muestras artísticas. Estas muestran la gran importancia que tuvieron las plantas en la cultura egipcia, ya que eran muy comunes los jardines (de plantas medicinales, para la alimentación, para el culto…).
Los egipcios tenían gran estima hacia las especies arboladas, ya que estaban vinculados directamente con los dioses. En las tumbas de los nobles se encontraron pinturas de grandes jardines con una gran cantidad de árboles, como se puede ver en la imagen de la Tumba de Nebamun. Los árboles más cultivados en esta etapa son los sicomoros, las palmeras datileras, las higueras… En las pinturas normalmente se representan los árboles rodeando un estanque con flores de loto y mandrágora como ofrendas para acompañar al difunto en su viaje.
Después llega el Arte Clásico, con los romanos y los griegos, que utilizaron las flores como un gran elemento simbólico. Destacaban sobre todo los frutos, muy unidos a la mitología, que aparecen en esculturas, cerámicas y frescos.
Una figura a destacar en el arte griego relacionado con las plantas y el mundo vegetal es Pausias, quien se enamoró de una joven florista y le hizo un retrato. Al hacer este cuadro, ganó una gran destreza al pintar plantas y, sobre todo, flores.
Otra figura muy destacada de la época del arte griego fue el filósofo griego Teofastro, el considerado el padre de la botánica, ya que una de sus obras más famosas fue el tratado botánico Historia Plantarum, en el que clasificó sistemáticamente las plantas por primera vez (unas 500 plantas fueron clasificadas).
Mirando al Imperio Romano, parece obvia su gran relación con el mundo vegetal y el símbolo de triunfo y honor que representan las coronas de laurel, que se va a convertir en la figura vegetal más importante de la época.
En los siglos siguientes llega el cristianismo y comienza la Edad Media, en la que destacan sobre todo el arte románico y arte gótico.
El arte románico fue el estilo artístico predominante en Europa Occidental durante los siglos XI, XII y parte del XIII. Durante esta época preponderó la arquitectura frente a la escultura y la pintura. Dentro de la arquitectura son muy destacados los capiteles fitomórficos, en los que se suelen ver hojas de acanto o enredaderas sin estar asociadas a ningún simbolismo, tienen finalidad exclusivamente decorativa.
A finales del siglo XII comienzan las primeras expresiones del arte gótico. En este periodo el interés por la naturaleza se puede observar en la escultura principalmente, en la que también tenia un papel básicamente ornamental, muchas veces acompañando imágenes del cordero y el pescado (que simbolizan a Cristo), la paloma (simboliza al Espiritu Santo), los animales asociados a los evangelistas y animales míticos.
En el Renacimiento el arte botánico alcanzó su mayor desarrollo de la mano de artistas como Leonardo da Vinci. Con la explosión del rigor científico cobra especial importancia por la necesidad de entender la evolución de las plantas. En el siglo XVI se empieza a utilizar también el arte botánico con un fin estético, haciendo pinturas con fines decorativos.
Otro de los artistas destacados de este periodo es Albrecht Dürer, que realizaba pinturas botánicas con acuarelas, como Das große Rasenstück, su obra más famosa.
Otra gran obra de representación botánica del renacimiento es el tríptico El Jardín de las Delicias, del Bosco, en la que el artista creó quimeras vegetales en las que mezcla trozos de distintas plantas para crear una sola.
Tras el Renacimiento, empieza la etapa del barroco, una etapa caracterizada por el exceso de ornamento. Dentro del panorama barroco europeo, el pintor que más destaca en la representación de especies vegetales es Caravaggio, que en sus inicios comenzó pintando obras con flores y frutas, comenzando así su gran pasión por la pintura de naturaleza muerta.
Centrándonos en el barroco español, hay que resaltar la obra de Juan de Arellano, un pintor que pasó a formar parte de la historia del arte por su pasión por las flores, género con el que alcanzó su mayor éxito.
Ya dentro de la etapa del Arte Contemporáneo, vamos a hablar del romanticismo, del modernismo y de los movimientos vanguardistas (principalmente el postimpresionismo). El romanticismo surgió en Alemania e Inglaterra a finales del siglo XVIII, aunque vivió su mayor esplendor a mediados del siglo XIX. Los artistas románticos reconocieron el valor supremo de la naturaleza, representándola con majestuosidad y belleza. Uno de los mayores artistas en cuanto a lo que a representación de la naturaleza se refiere es John Constable, conocido por sus pinturas de paisajes.
El Modernismo, o Art Noveau, es la renovación artística que tuvo lugar a finales del siglo XIX y principios del XX, que se caracteriza por la ruptura con los estilos dominantes de la época. El modernismo tenía a la naturaleza (sobre todo las flores) como su principal fuente de inspiración, no solo en pintura, sino que también se podían ver numerosos elementos naturales en fachadas, vidrieras, muebles y cerámicas.
El modernismo en España tuvo gran importancia, sobre todo en Cataluña, así se puede ver en su arquitectura. Lluís Domènech i Montaner fue un arquitecto modernista que destacó, entre otros aspectos, por sus mosaicos decorativos con elementos florales.
Las flores que más se representaron en el arte modernista fueron los lirios, las rosas, las amapolas y las adormideras. La utilización de estas plantas no fue tan solo por su estética, sino que también estaban cargadas de un gran simbolismo, representando el deseo de la burguesía de convertirse en el mayor defensor del mundo industrial y cultural.
A la vez que se desarrolló el modernismo, se desarrollaron una gran cantidad de movimientos vanguardistas (impresionismo, expresionismo, futurismo, cubismo, etc.), entre los que vamos a destacar el postimpresionismo, que cuenta con la importante figura de Vincent Van Gogh. En el postimpresionismo se manifestó una rebeldía contra la representación fiel de la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo. El postimpresionismo se atrevió a alterar las formas de la naturaleza, como se puede apreciar en “Los olivos” de Van Gogh, donde las figuras se exageran o deforman.
Déjanos en comentarios cuál de las obras de arte que representan la naturaleza es tu favorita.
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